ITINERARIO

Nel mezzo del cammin di nostra vita
mi ritrovai per una selva oscura
ché la diritta via era smarrita.

miércoles, 26 de marzo de 2014

CONCURSO DE FOTOGRAFÍA


¡Por fin ha llegado!
¡CONCURSO DE FOTOGRAFÍAS DEL VIAJE!
 
 
 
     Como ya anunciamos durante el viaje, vamos a llevar a cabo un concurso de fotografías del viaje. Las categorías del concurso son:

a) LA FOTO MÁS DIVERTIDA
b) LA FOTO MÁS ROMÁNTICA
c) LA FOTO MÁS CREATIVA
d) LA FOTO MÁS ITALIANA
e) EL MEJOR SELFIE
f) LA MEJOR FOTO

     LAS FOTOS SE PRESENTARÁN EN PAPEL FOTOGRÁFICO, SOBRE UN A4 CON EL NOMBRE DE LA CATEGORÍA, NOMBRE DEL AUTOR O AUTORES Y UN TÍTULO PARA LA FOTO. SE PODRÁN ENTREGAR LAS FOTOGRAFÍAS HASTA EL JUEVES 3 DE ABRIL A CUALQUIERA DE LOS PROFESORES ACOMPAÑANTES DEL VIAJE.
 
     LAS FOTOGRAFÍAS SERÁN EXPUESTAS EN EL HALL DEL INSTITUTO Y LOS PREMIOS SERÁN ENTREGADOS EL LUNES 7 DE ABRIL A LA HORA DEL RECREO EN EL SALÓN DE ACTOS.

lunes, 24 de marzo de 2014

QUARTA PAGINA


     Un día más amaneció en la bella ciudad de Roma. Ese día nuestros personajes se levantaron dispuestos a conquistar el último gran tesero que les quedaba: Il colosseo. Sin embargo, antes de ello se parararon en la Iglesia de San Pietro in Vincoli para alimentar el espíritu con la más humana de las esculturas: Moisés de Miguel Ángel.

     Al principio, la escultura se escondía en la sombra; nuestros viajeros anhelaban la luz mas no sabían cómo hallarla. Tras una intensa búsqueda, algunos encontraron una máquina con una pequeña ranura por la que dedujeron debían introducir una moneda. Y se hizo la luz, y con ella el hostil rostro del personaje bíblico. Lo más llamativo sin duda son los cuernos que le salen a Moisés por la mala traducción de San Jerónimo. 

     Una vez finalizada esta fugaz visita, abandonaron la Roma Renacentista para sumergirse en la Roma Imperial, esa que llaman Roma eterna. La primera parada solo podía ser el Coliseo. Dentro de la titánica construcción, las damas y caballeros viajaron en el tiempo. Entre las galerías, sintieron el temor de los gladiadores antes de salir a luchar; en el graderío experimientaron la excitación del público en los espectáculos del anfiteatro y en los restos del palco, revivieron el poder de los emperadores.

     Al salir, los artesanos vendedores y los falsos gladiadores entraron en una batalla campal que provocó la estampida de todos los visitantes. Aunque creyeron que aquello era una reyerta real, pronto las princesas y el príncipe defendieron que todo era una estrategia para hurtar bienes a las damas y caballeros foráneos. De hecho, una de nuestras damas fue despojada de la documentación que portaba en su bolsa. Muy cerca de allí, los carabinieri resolvieron el problema gracias a un salvoconducto que permitiría a Doña Shelia regresar a su lugar natal. 

     Mientras se solucionaba este pequeño incidente, el resto de nuestro grupó continuó su trayecto por las inmediaciones de los foros en los que puedieron ver el arco de Tito y la columna trajana. Tras los retratos oficiales frente al Monumento de Víctor Manuel II, siguieron hasta la Bocca di la Veritá. En el camino, descubrieron el teatro de Marcelo y los Templos de Vesta y Hércules que se conservan casi a la perfección.

     Pasado el mediodía, por fin lograron cruzar el río Tíber hacia uno de los barrios con más enjundia de toda la ciudad: el Trastévere. Allí, con una agradable temperatura, disfrutaron de las tabernas, mesones, tenderetes, comercios, plazas, calles... Para volver a su palacio, hallaron con gran alegría un nuevo medio de locomoción: calesa con motor. El caballero Carlos se convirtió en el ticketero de la calesa, y no sólo de sus compañeros, sino también de los propios habitantes de la ciudad.

     Para finalizar su estancia en tierras romanas, se celebraría una gran fiesta real, para la cual se vistieron con sus mejores galas y disfrutaron de música y bailes de la época hasta altas horas de la madrugada (el cabllero Javier afirmó: "es la primera vez que salgo y cierro la discoteca"..

jueves, 20 de marzo de 2014

Terza pagina

     La segunda noche estuvo marcada por el síndrome de Stendhal. Al cerrar los ojos, nuestras damas, caballeros, princesas y príncipe no podían dejar de soñar con esculturas de mármol, ángeles dorados y cuadros renacentistas.

     A la llegada del alba, partieron hacia la indestructible Pompeya. Allí les esperaba su cicerone al que llamaban Fulvio. El anfiteatro y las historias de gladiadores, el gimnasio y su pileta, la calle de la abundancia y sus comercios, la casa Menandro y sus maravillosas pinturas, las calles y sus pasos de cebra, las fuentes y las primigenias tuberías, el prostíbulo y los frescos de contenido erótico-festivo y el foro con el Vesubio de fondo fue el recorrido por la ciudad que en el pasado fue enterrada por las cenizas del volcán. El rojo pompeyano que hizo morir a tantos esclavos por estar hecho con mercurio y los falos usados como flechas para llegar al lupanar fueron, sin dudas, las imágenes que mejor quedarían grabadas en la retina. No obstante, para la más damas Doña Irene y Doña Andrea, las niñas de distraídos andares, fue el empedrado de las vías lo que jamás olvidarían. 

     Y como dijo el sabio: el hombre es un animal de costumbres. Así nuestros delegados de la corte volvieron a tomar pasta y pizza a las afueras de Pompeya. Sin tiempo para reposar, fueron conducidos a la Nueva Ciudad. Durante el pequeño recorrido hasta Nápoles, Fulvio tuvo a bien amenizar a nuestros viajeros con canciones de la Italia del Sur. La primera no pudo ser otra que "Sole mio". Al acabar, la concurrencia estalló en aplausos. El improvisado tenor tuvo que hacer un bis. No podía ser otra que la popular canción napolitana "Funiculi, funicula". Todos participaron cantando los finales de verso y los estribillos. Al acabar solo se oía "bravo" y "bravissimo".

     A continuación, el maravilloso guía les explicó algunos rasgos de los habitantes de la ciudad: caos y ganas de festejos. Aunque la estancia no duró todo lo que habrían deseado, dieron un pequeño paseo por la zona monumental: el teatro de San Carlos (el teatro lírico más antiguo del mundo), la plaza del Plebiscito y la Galería Umberto fueron los puntos más emblemáticos de la excursión. Alrededor del teatro, los viajeros sufrieron "la persecución" de los lugareños artesanos, hasta que Don Enrique, de la casa Janderflander descubrió el truco:

- Hazte pasar por gabacho.

     En la plaza mostraron sus respetos a la estatua de los monarcas Fernando II de Aragón y Carlos III, que al igual que en la Puerta del Sol de Madrid, se encuentra a caballo. En la Galería probaron los helados y los príncipes de gustaron el café típico de la urbe desde los noventa: caffè nocciato, una deliciosa mezcla de café expreso con avellana.

     Apenados por tener que dejar el Sur de la Península Itálica y por despedirse del gran trovador, las damas y caballeros regresaron a su Palacio en Roma, dado que les quedaba una misión allí: la notte.  Durante el trayecto de vuelta, llámalo Morfeo, llámalo Tse-tse, un poder sobrenatural se adueñó de toda la calesa. Mientras soñaban con los parientes que habían dejado en su tierra, La dama Nicole y la dama Lara cayeron al suelo de la carroza.

     Después de cenar o más bien dejar el pescado en el plato de su mesón habitual, comenzaron un homenaje sorpresa para celebrar las dieciséis primaveras del caballero Chicharro. Tarta de fruta, tarta de chocolate, velas, regalos, cánticos, vítores y aplausos inundaron la vieja taberna. A continuación,  lo que en un principio iba a ser un pequeño paseo, pronto se concirtió en un recorrido por toda la ciudad. Desde Termini al Colosseo, pasando por La fontana di Trevi y el Quirinal, los viajeros llevaron a cabo su propio camino de Santiago. Purificados tras el peregrinaje, cayeron extenuados en sus respectivos lechos. Como bien dijo Don Javier Díaz: "A mí no me engañáis, príncipes y princesas, esto lo hacéis para que durmamos toda la noche". Así fue.


martes, 18 de marzo de 2014

SECONDA PAGINA


     La excitación de estos nuestros viajeros convirtió la primera noche en poca noche. Así que pronto apareció la Aurora, de rosados dedos.

     Tras desayunar lo suficiente para aguantar la jornada, emprendieron la marcha hacia la sede del obispo de Roma. Aunque no era Jueves Santo ni el corpus Christi, parecía que toda la ciudad dirigía sus pasos hacia la plaza de San Pedro; en resumen, el metro estaba abarrotao. Dejaron pasar ,no una, ni dos, sino tres calesas subterráneas, aún  así en la cuarta tampoco pudieron entrar todos, se quedó una de las damas a la espera de la siguiente. ¿Quién será?

     Una vez dentro y hacinados, el caballero David, de dorados rizos, empezó a sentirse indispuesto, de modo que tuvo que salir acompañado del príncipe barbudo. El resto de aventureros le despedían tras el cristal.

     Por fin se reencontraron todos (incluida la dama antes perdida y ahora encontrada): risas, besos, abrazos y un te quiero.

     Gracias a la misiva que portaban los representantes de la corte, no tuvieron que aguardar las interminables colas que rodeaban las murallas vaticanas.

     Se adentraron en las majestuosas galerías del museo dirigidos por el príncipe que les hablaba a través de un aparatos del futuro que desconocían hasta entonces; lo llamaban "micrófonos y auriculares". Arte sacro y arte profano se fundían entre las paredes del lugar, obnubilados ante la Academia de Rafael y anonadados con la Capilla Sixtina, terminaron el periplo nuevamente sin el caballero David y la princesa rubia que le cuidó en su convalecencia.

     Había llegado la hora de conquistar la Plaza de San Pedro y su colosal basílica. Terminado el recorrido entre piedades, baldaquinos y tumbas de papas, los 14 fantásticos, definidos así por Marcos, el poeta de la corte, ascendieron  uno a uno  los 521 escalones hasta llegar a la cúpula de Miguel Ángel. 

     Una vez ingeridas las viandas imprescindibles, recorrieron los márgenes del río Tíber bajo los suaves  rayos del sol mediterráneo. Así llegaron hasta la Plaza del Popolo donde juglares y trovadores, en torno al obelisco Flaminio,  deleitaban al respetable. 

     Para finalizar el intenso día,  un tranquilo paseo por la Villa Borghese, jardín romántico por excelencia. El regreso fue presidido por cánticos que demostraban su felicidad.

     En el palacio poco antes de cenar, las damas, caballeros, princesas y príncipe, departieron sobre cuitas amorosas...hasta que el campanario anunció la hora de la cena.

     Los comensales engulleron todo, incluida la crema de champiñones que en su Castilla natal nunca habrían probado, a excepción de la dama Peche que anhelaba frutos de la tierra.











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lunes, 17 de marzo de 2014

UNA PÁGINA DOPO L'ALTRA

     
      Érase una vez un maravilloso grupo de alumnos de un instituto de la zona norte de Madrid llamado Gonzalo Torrente Ballester, que decidió emprender un viaje en representación de la corte a tierras italianas.

    Sin saber cómo, aparecieron en un aeropuerto muy lejos de sus maletas. Mientras unos las hallaban, otros recorrieron largos kilómetros hasta dar con ellas. "Cogedlas, cogedlas"- gritaba una de las princesas. "¿No veis que esos son los baúles gigantes y encantados de las pequeñas damas?"

     Finalmente, las damas, los caballeros, las princesas y el príncipe se dispusieron a empezar su aventura y camino de aprendizaje. "¿Dónde está la calesa?"- preguntó el caballero Achútegui, conocedor de rutas y mapas. "Es negra"- respondió la princesa rubia. Sólo unos instantes después, al fondo apareció la carroza que les llevaría hasta su residencia, muy cerca de la mítica estación de Termini. 

     Dada la importancia de su misión, sólo dejaron su equipaje en el palacio Floridia, pues debían empezar a buscar los tesoros que escondía la eterna ciudad. La primera parada era la iglesia de Santa Maria della Vitoria: una famosa escultura barroca les aguardaba en el interior. Solo el maestro Bernini puede plasmar así el éxtasis místico de una doctora de la Iglesia.

- ¡Disculpen, princesas y príncipe! ¿Es suficiente para un ser humano disfrutar de un solo Bernini?- preguntó la dama Doña Lara. 

-¡No, pardiez!- respondió el príncipe acalorado - abejas y Tritones nos esperan. 

     Así, la representación de 59 miembros continuó la marcha hasta la Piazza Barberini. Allí decidieron inmortalizar por primera vez como grupo su viaje de corte. 

- ¿Nadie ha traído los óleos y los lienzo? - lanzó al vuelo el Caballero don David.

- ¡Qué poco te interesas por el progreso! - respondió Don Gus y Gus.- Ahora hacemos retratos con estas pequeñas máquinas diabólicas que funcionan mediante un enano diminuto llamado píxel.

     Aunque el hambre hacía mella, nuestros protagonistas siguieron avanzando por la ciudad hasta llegar al lugar donde debían presentar sus respetos: La piazza di Spagna. Damas y caballeros bajaron la escalinata que otrora se construyó para comunicar la embajada española con la Iglesia de las Trinitarias. Sedosos trajes, exuberantes casacas y barrocos tocados fueron exhibidos a lo largo de la improvisada pasarela.

     Y como allá donde fueres haz lo que vieres, el grupo decidió reponer energías con suculentos trozos de pizza para fortalecer el espíritu y dar lo mejor de ellos mismos en la segunda parte de estar primera jornada.

- ¿No hay más barroco? - inquirió la más Enolas de entré las Enolas.
- Tssssssss, aguarda, pequeña, y verás - le respondió la princesa morena.

     Calles estrechas, suelo adoquinado, colores tierra, iglesias, tenderetes de artesanía y visitantes de otras ciudades son las claves que conducen hasta uno de los emblemas de la ciudad: La fontanal di Trevi. Algunos sorprendidos y otros entusiasmados caen hechizados ante el poder de Neptuno y la fuerza del Océano. Destacó la impresión que la fuente causó en uno de los miembros de la corte: Don Jorge Osuna de la familia A, puesto que fue guiado con los ojos cerrados hasta encontrarse de frente con el arte de Nicola Salvi. ¡Flashes y monedas o monedas y flashes! Nuestros viajantes solo podían pensar en cómo asegurarse el derecho de Tornada.

     A continuación, atraídos por la luz cegadora de todos los dioses aparecieron en otro mágico lugar. La columnata exterior corintia era atractiva, pero la cúpula interior los cautivó para siempre. Se encontraban en el Pantheon de Agripa.

- Esto es una iglesia; ¡ragazzi confusione! - dijo la guardiana del templo ante los murmullos incesantes de la corte.

     Al salir, se oían todo tiempo de conversaciones. La siempre incisiva Doña Paula de las Lillos exclamó al salir:

- Esto no podría construirse en nuestros días. ¡Con lo cara que está la mano de obra y con lo mal que se construye ahora!

     Ya sólo les faltaba completar una misión aquel día. Debían conocer, además de la plaza barroca por excelencia, otro arte más popular: el de los artistas de Piazza Navona. Antes de disfrutar de un rato de asueto, escucharon atentamente la breve historia sobre el enfrentamiento entre dos genios del Barroco: el ya conocido Bernini y su archienemigo Borromini. Dado que fue este último quien construyó la fachada de la Iglesia de Santa Inés en Agona, Bernini "se vengó" con una de sus figuras de La fuente de los Cuatro Ríos que preside la plaza y que parece mostrar un rechazo frontal al edificio de Borromini.


     Tras un descanso entre cafés, láminas, fotos, risas y música, optaron por dar por concluida la primera jornada. No obstante, antes tenían que volver al palacio donde se hospedarían, esta vez en un medio de locomoción distinto: carruajes subterráneos más antiguos que los que ellos conocían. Dado el número de habitantes romanos que a esa hora volvían a sus hogares, el grupo tuvo que dividirse y decidieron emprender una competición para ver quién llegaba antes a su residencia italiana. La princesa morena y el príncipe toman un camino; la princesa rubia, otro. Estos últimos ganan la carrera y los otros llegan un poco más tarde. ¡Pobres! ¡Qué culpa tenían ellos de querer ver el otro lado de la estación de Términi! ¡Menos mal que Don Miguel Achútegui estaba con ellos!


CONTINUARÁ...

Noi siamo arrivato!

domingo, 16 de marzo de 2014

ATTENZIONE, ATTENZIONE!!!!

¡SOLO QUEDAN HORAS!

     Aprovecho esta entrada para las últimos flecos. Hemos pensado que, como parece que va a hacer buen tiempo, podemos meter en la maleta un bañador por si, y solo por si, se pudiera hacer una escapada a alguna costa cercana.

     En cuanto al resumen de gastos fijos que dijimos que pondríamos en el blog, podría resumirse en algo así:

- Dinero para la comida: unos 10 euros por día.
- Dinero impuesto de la ciudad de Roma: dos euros por persona y día).
- Dinero para el trasporte: 15-20 euros para toda la semana.
- Dinero para entradas: en principio, solo cuesta dinero La galería Borghese [entre 2-4 euros]. No obstante, recomendamos llevar 10 euros para las entradas por si surge entrar en algún lugar.
- El hotel pide una fianza de 10 euros por persona que se devolverá el último día.

     Todos estos gastos suman un total de 85-90 euros + 10 euros de fianza.

     Por lo demás, solo nos queda recordar que todo el mundo debe estar en la puerta del instituto a las 4.00 de la mañana. 

     ¡Eso sí! No olvidéis vuestra documentación. Sin ella no se puede viajar. ¡Tampoco olvidéis traer buena energía! Nuestro viaje empieza a girar, como il Mondo... gira, il mondo, gira nello spazio sensa fine... ¡Viva Jimmy Fontanta! ¡Vivan sus gafas! ¡Viva la tele de los 90'!


                                 IL MONDO de JIMMY FONTANA

sábado, 8 de marzo de 2014

SITUACIÓN GEOGRÁFICA DE ROMA O EL ORIGEN DE "TODOS LOS CAMINOS LLEVAN A ROMA"



     La ciudad de Roma se fundó sobre siete pequeñas colinas enclavadas en una llanura bañada por el río Tiber. Como la mayoría de las grandes ciudades, la presencia del agua permitió a sus pobladores vivir de la agricultura y ganadería.

Las siete colinas de Roma
Mapa de Italia


     Además, la ciudad estaba situada en el Lacio, zona central de la Península Itálica y se encontraba en la encrucijada que comunicaba distintos territorios de la Península. Si, por otra parte, observamos el Mar Mediterráneo, nos damos cuenta de que se encuentra en un punto clave. Estos elementos son claves para entender la importancia de esta ciudad tanto en el mundo Antiguo, como en la Edad Moderna o en la Historia Contemporánea. 
Mar Mediterráneo

RUMORES SOBRE EL ENCHUFE

Queridos alumnos y alumnas:

     Ha llegado a mis oídos que se ha extendido un rumor sobre los enchufes en Italia. Efectivamente, son distintos, pero, cuando estuve hace unas semanas en Roma, pude enchufar sin problema el cargador del móvil. En resumen, aunque en apariencia son distintos, podréis enchufar los cargadores.

     Creo que la mejor canción que puede acompar esta entrada es una de Rafaella Carrá, la diva italiana de las pistas discos.  En la letra se puden oír grandes frases como Cuore, batticuore, mi è sembrato di sentir un rumore (Corazón, palpitación, me ha parecido oír un ruido).

                                  Rumore de Raffaella Carrà

lunes, 3 de marzo de 2014

BENVENUTI IN QUESTO BLOG!


Ragazze, ragazzi, madri e padri:

     Benvenuti in questo blog! La verdad es que nos queda poco tiempo para vivir una aventura en una bello escenario. Este blog será un lugar de comunicación en los días previos al viaje, pero también durante el mismo. A lo largo de los cinco días iremos relatando en estas páginas nuestra escapada a Roma. 

    Además, en el blog podéis encontrar unas páginas con información de interés: itinerario, documentación imprescindible, normas básicas e incluso una página con una pequeña introducción a la lengua italiana. 

     De momento, esto es todo. Nos vemos en la reunión del miércoles día 5 a las 17.30 de la tarde.

     ¡Se me olvidaba! En cada entrada al blog, dejaremos un enlace a una canción italiana. Recorreremos muchas, pero vamos a empezar con un clásico de la música pop de principios del s. XXI: Baila de Zucchero. En esta pieza se podía oír aquello de Adesso credo nei miracoli o sotto questa luna piena.


                                            BAILA de Zucchero